CFA sugiere mejoras a la metodología para construir escenarios económicos alternativos que utiliza el Ministerio de Hacienda
El Consejo Fiscal Autónomo analizó experiencias internacionales en ocho países, además de Chile, para la construcción de proyecciones de indicadores macrofiscales en posibles escenarios de mayor estrés económico. Esto, con el objetivo de revisar buenas prácticas para perfeccionar la construcción de escenarios económicos alternativos elaborados por el Ministerio de Hacienda, en los que se simula la ocurrencia de ciertos eventos de riesgo que afectarían la consolidación fiscal. En base a esta evaluación, el CFA plantea una serie de recomendaciones, entre ellas, complementar el análisis de escenarios alternativos con un mayor tamaño de los shocks adversos y de su persistencia en el tiempo.
El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) publicó hoy su nota N° 19 sobre temas fiscales emergentes, titulada “Recomendaciones sobre la elaboración de escenarios alternativos para las proyecciones macrofiscales”.
En el documento, el Consejo primero presenta las conclusiones del análisis realizado por su gerencia de Estudios en septiembre de 2023, sobre la metodología que utilizan instituciones de ocho países -además de Chile- para proyectar indicadores macrofiscales como deuda pública, balance fiscal, inflación y PIB, en posibles escenarios de mayor estrés económico. Esto, con el objetivo de revisar buenas prácticas internacionales en el uso de metodologías y modelos para perfeccionar la construcción de estos escenarios, los que en Chile son publicados por la Dirección de Presupuestos (Dipres) desde 2021. Así, el Consejo plantea en este informe recomendaciones al Ministerio de Hacienda con el fin de mejorar la metodología para construir escenarios de riesgos económicos.
Las entidades analizadas fueron seleccionadas por el CFA en base a un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) de 2020 sobre el marco analítico de la sostenibilidad fiscal a largo plazo para Chile. En ese marco, se revisaron los trabajos que realiza el Instituto Nacional de Investigación Económica de Suecia, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del Reino Unido, la Oficina de Análisis de Política Económica de Países Bajos, The Treasury de Nueva Zelanda, los ministerios de Hacienda de Finlandia y Canadá, Statistics de Dinamarca, y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal de España.
A raíz de este análisis, el CFA identifica en su informe que hay “algunas diferencias en la construcción de escenarios macrofiscales alternativos entre la modelación de Chile, realizada por el Ministerio de Hacienda y la Dipres y el resto de los países analizados”.
Entre ellas, indica que varios de los países estudiados utilizan para construir estas proyecciones económicas un tipo de modelo llamado Modelo Macroeconómico a Gran Escala (LLM por sus siglas en inglés), que permite “combinar elementos econométricos de series de tiempo, utilizando, a la vez, interacciones económicas”. En cambio, en Chile “se utiliza un modelo determinístico de encuadre macroeconómico semiestructural”, dice. En términos más simples, explica el CFA, el modelo usado en nuestro país examina la economía en su conjunto, enfocándose en el panorama general en lugar de analizar aspectos más específicos o microeconómicos.
Otra diferencia que identifica el Consejo es que todas las instituciones analizadas tienen integradas en un mismo modelo la parte macroeconómica con la fiscal. En el caso de Chile, no es así, ya que la parte macroeconómica la lleva el Ministerio de Hacienda y la parte fiscal la Dipres.
Además, a diferencia de Chile, en algunos casos consideran en la estructura de sus modelos una función de reacción fiscal. Esto último se refiere a una relación matemática que describe cómo responden las finanzas públicas a cambios en diversas variables económicas.
También, se identifica que el tamaño de las desviaciones en las proyecciones de los escenarios alternativos que se construyen en los otros países estudiados, suele estar en torno a un punto porcentual del crecimiento del PIB real relativo al escenario base. En cambio, en Chile, los shocks simulados son de un tamaño de ±0,5 pp del PIB real.
Asimismo, en todos los casos internacionales estudiados, los desvíos respecto al escenario base -debido a los shocks de las principales variables económicas- se mantienen durante el marco temporal de las proyecciones. En Chile, en cambio, los escenarios alternativos convergen al escenario central hacia finales del horizonte de proyección (cuatro a cinco años).
En la misma línea, todas las instituciones encuestadas, a excepción de Chile, publican la metodología completa de sus modelos, y tienen como práctica realizar un monitoreo ex-post de las proyecciones macrofiscales, el que detallan en informes de carácter público.
En base a estas conclusiones, el Consejo identifica espacios de mejora para el uso de escenarios macrofiscales alternativos en Chile y realiza siete recomendaciones a Hacienda.
Primero, que adopte el uso de modelos LLM cuando construya proyecciones. “Contar con una estructura micro-fundada tiene la ventaja de ofrecer consistencia en las trayectorias de las variables económicas. Estos modelos son utilizados transversalmente tanto por Instituciones Fiscales Independientes (IFIs) como no IFIs, lo que resalta su aplicabilidad y utilidad en diversos contextos económicos”, plantea.
Segundo, que complemente el análisis con un mayor tamaño de los shocks en los escenarios alternativos, ya que el enfoque actualmente utilizado por el Ministerio de Hacienda para construirlos, con shocks de 0,5 pp del PIB real, no permite comprender la posible evolución de las variables macrofiscales en eventos de mayor riesgo.
Tercero, que incorpore una función de reacción fiscal en los modelos para proyectar de manera más realista las finanzas públicas.
Cuarto, que revise la convergencia de los escenarios alternativos. Esto, ya que los escenarios alternativos que Hacienda construye habitualmente para Chile tienden a converger hacia el escenario central en un horizonte acotado de tiempo, usualmente cinco años, pero los datos históricos muestran que la duración de los distintos shocks difieren, y pueden ser más prolongados según su naturaleza y magnitud.
Quinto, que considere la publicación integral del modelo macrofiscal. Ello, considerando que no existe una publicación unificada del modelo macrofiscal de Chile que surja del trabajo de ambas instituciones, Hacienda y Dipres. “Esto contribuiría a la transparencia”, indica el CFA.
Sexto, que publique evaluaciones ex post de las proyecciones del modelo, las que eventualmente podrían encargarse al CFA. Al respecto, el informe señala que “esto contribuirá a la rendición de cuentas y permitirá mejorar continuamente la calidad de las proyecciones macrofiscales”.
Por último, el Consejo recomienda que el Ministerio de Hacienda explore la utilización de modelos estocásticos para rangos de proyecciones de corto plazo, ya que son más adecuados para manejar rangos de estimaciones.