CFA llama al gobierno y al Congreso a hacer un esfuerzo para que el gasto público no crezca en promedio más que 1,6% aproximadamente entre 2025 y 2028 para cumplir la regla fiscal

Jueves, agosto 29, 2024

El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) publicó hoy su informe trimestral sobre Balance Estructural (BE) y nivel prudente de deuda. En el documento, plantea que para cumplir las metas de BE y lograr estabilizar la deuda pública, es crucial que el gobierno y el Congreso hagan un esfuerzo para que en las próximas leyes de Presupuesto el gasto público no crezca más que alrededor de 1,6% en promedio entre 2025 y 2028, según los cálculos de la propia Dipres, y que el financiamiento de activos mediante deuda se mantenga acotado en ese período. 

Respecto al corto plazo, el CFA valora que el Ejecutivo haya reducido sus estimaciones de gasto público para 2024, pero advierte que esto es insuficiente para que cumpla su meta estructural de -1,9% del PIB, si es que no reduce más el gasto o si se incumplen las proyecciones de ingresos del fisco. 

El CFA publicó hoy en su página web su “Informe de evaluación y monitoreo del cálculo de Balance Estructural y nivel prudente de deuda”, documento que se elabora de forma trimestral y en el que el organismo verifica que la Dirección de Presupuestos (Dipres) aplicó correctamente la metodología de cálculo del BE para 2024‐2028 en su Informe de Finanzas Públicas (IFP) del primer trimestre de este año. Asimismo, el CFA analiza las proyecciones presentadas por la Dipres en su último IFP, publicado en julio. 

Al respecto, el Consejo reitera en su informe que las proyecciones de la Dipres muestran que el estrés de las finanzas públicas se prolongará entre 2025 y 2028, con pequeñas holguras para nuevos gastos. Por holguras fiscales se entiende la diferencia entre el gasto compatible con las metas del BE que se fijó el gobierno y los gastos ya comprometidos por el mismo. Así, el CFA dice que contar con pocas holguras “reduce la posibilidad de implementar nuevas políticas públicas que impliquen gastos permanentes, salvo que vayan acompañados de fuentes de financiamiento también permanentes”. Además, agrega que este escenario podría mejorar levemente en caso de observarse un cambio relevante al alza en la presentación que se debería realizar mañana de los parámetros estructurales estimados por los comités de expertos, específicamente del precio de referencia del cobre y del PIB no minero tendencial. 

Por lo mismo, el CFA subraya que para que se logre cumplir con las metas de BE y se estabilice la deuda pública, es crucial que el gobierno y el Congreso adopten las siguientes medidas: 1) que hagan un esfuerzo para que en las próximas leyes de Presupuestos el gasto público no crezca a tasas mayores a alrededor de 1,6% en promedio entre 2025 y 2028; y 2) que el financiamiento de activos mediante deuda se mantenga acotado en ese período. 

En cuanto a lo primero, el CFA destaca que el estrés de las finanzas públicas proyectado a mediano plazo se hace evidente al analizar la evolución del gasto público compatible con las metas del BE. “Según estimaciones de la Dipres, el crecimiento promedio del gasto para el horizonte de planificación financiera sería de alrededor de sólo 1,6% anual para cumplir con las metas, cifra que contrasta significativamente con el promedio de crecimiento del gasto durante la década previa a la pandemia (2010-2019), cuando el gasto aumentó a un ritmo promedio de 4,9% anual”, detalla en su informe.  Asimismo, el Consejo enfatiza que el Ministerio de Hacienda considere una trayectoria del gasto público que posibilite que el esfuerzo fiscal no se no se postergue para el final del horizonte de planificación financiera 2025-2028.  

Sobre el segundo punto, el Consejo detalla que las cifras de la Dipres muestran que la deuda pública en Chile ha aumentado en los últimos años no sólo por los déficits fiscales, sino que también por movimientos en activos que requieren de financiamiento, como, por ejemplo, la capitalización de empresas públicas o el otorgamiento de préstamos. "Cerca de dos tercios del aumento de la deuda en 2024 se explican por el déficit efectivo proyectado, y el otro tercio se explica por otros requerimientos de capital", señala el informe. 

Análisis de cifras fiscales para 2024

Respecto al corto plazo, el CFA valora que la Dipres haya ajustado sus proyecciones de gasto público para 2024, reduciéndolo en un 0,5% del PIB. Sin embargo, advierte que esto es insuficiente para que cumpla su meta de déficit estructural de 1,9% del PIB, ya que la proyección de la Dipres en su último IFP implica cerrar el año con un déficit de 2,2% del PIB, nivel más deficitario que su meta comprometida en el decreto de política fiscal para su periodo de gobierno. 

En ese sentido, el Consejo alerta que existen riesgos de que el gobierno incumpla su meta de déficit estructural si es que no se logran sus proyecciones de ingresos fiscales o si no se reduce más el gasto público. “Cumplir con la meta de BE es crucial para la estabilidad de la deuda pública y la credibilidad de la regla fiscal”, enfatiza el CFA en su documento, por lo que insta al Ministerio de Hacienda a seguir haciendo esfuerzos en esta dirección.

Asimismo, el Consejo detalla que el riesgo de incumplimiento de la meta estructural del gobierno radica principalmente en que no se alcancen sus proyecciones de ingresos tributarios no mineros. Esto, ya que al cierre del primer semestre el avance de esta fuente de recursos alcanzó un 48% de lo estimado para el año. Por lo tanto, para lograr el total esperado, en el segundo semestre estos ingresos deberán ser -según las cifras implícitas en las proyecciones de la Dipres- 8,3% mayores que lo recaudado en el primer semestre, y 20,3% mayores respecto al segundo semestre del año anterior. 

En esa línea, el CFA estima que “si en el segundo semestre se registrase un nivel de recaudación similar al primero, los ingresos fiscales al cierre del año podrían resultar en 0,7 puntos porcentuales del PIB más bajos que lo estimado por la Dipres, e incluso 1,5 puntos del PIB más bajos si la recaudación fuese similar a la del segundo semestre de 2023”. 

Por otra parte, el CFA valora los avances de la Dipres respecto a la ejecución del gasto de capital en 2024, por su efecto en el crecimiento de largo plazo. Por ello, el CFA sugiere que ante la necesidad de seguir ajustando el gasto público para cumplir con la meta de BE, ello se haga en una menor proporción en las inversiones y en una mayor proporción en el gasto corriente, que es el que se usa para financiar las operaciones normales del Estado, como el pago de personal y la adquisición de insumos, y que tiende a tener más inercia, es decir, que es más complejo de reducir. 

Deuda pública y recomposición de colchones fiscales 

El CFA enfatiza que si bien las proyecciones de la Dipres indican que la deuda bruta no superará el nivel prudente de 45% del PIB en el período 2024-2028, se requiere alcanzar un BE de 0% del PIB a contar de 2027 para estabilizar la deuda bruta a mediano plazo. Esto, sobre todo considerando que la deuda pública está cercana a su nivel prudente. 

Sin embargo, a diferencia de lo planteado por el CFA, las proyecciones de la Dipres muestran que la estabilización de la deuda se lograría con un déficit estructural de 0,5% del PIB a mediano plazo. La discrepancia se explicaría por la falta de convergencia en los supuestos de la Dipres entre el precio efectivo del cobre y su valor de largo plazo, originado porque los precios efectivos del cobre están estimados en términos nominales, mientras que el precio de referencia se expresa en términos reales. Al respecto, el Consejo reitera su llamado a que “el Ministerio de Hacienda revise esta situación y, de ser necesario, modifique el reglamento del BE para asegurar la consistencia de los supuestos utilizados sobre el precio del cobre”.

Asimismo, el CFA vuelve a destacar la necesidad de que el gobierno haga un esfuerzo adicional para reconstruir gradualmente el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) para fortalecer los colchones fiscales, en vista de la tendencia de desacumulación observada en años recientes. De acuerdo al Consejo, esto es importante porque, al cierre del primer semestre, este fondo representa sólo un 1,3% del PIB, lo que limita la capacidad del gobierno para responder con sus propios recursos a futuras crisis, pudiendo forzar al país a depender de financiamientos más costosos. “Para revertir esta tendencia, resulta imperativo que el gobierno diseñe e implemente una estrategia explícita para recomponer gradualmente los activos del FEES y asegurar su mantención en un nivel entre 5% y 7% del PIB, como ha recomendado el Fondo Monetario Internacional. Esta estrategia debe incluir la generación de balances fiscales positivos, así como la posible venta de activos menos líquidos”, dice el Consejo.

En este contexto, considerando que la deuda pública está cercana a su nivel prudente de 45% del PIB y, además, dado que se requiere la reconstrucción gradual del FEES, el Consejo insiste en su recomendación de buscar nuevas fuentes de financiamiento que provengan de la combinación equilibrada de un mayor crecimiento tendencial, nuevos ingresos tributarios, reducción de la evasión y elusión tributaria, y ganancias de eficiencia del gasto público.