CFA alerta que la mayor tensión de las finanzas públicas se refleja en un incremento significativo de la deuda pública y llama a estabilizarla
El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) organizó un seminario para reflexionar sobre los riesgos y desafíos del aumento sostenido de la deuda pública en el país. En representación del CFA, su presidente, Jorge Rodríguez, llamó al Gobierno a estabilizar este indicador por debajo de su nivel prudente, fijado en un 45% del PIB. De lo contrario, advirtió, se limitará la capacidad del Estado para mantener beneficios sociales y desarrollar nuevas políticas públicas. Luego, expuso el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien señaló que la necesidad de mayor crecimiento y recaudación será esencial para mantener un nivel acotado de endeudamiento. Además, participó un panel compuesto por la directora de la Escuela de Gobierno de la UC, Andrea Repetto, y el expresidente del Banco Central Vittorio Corbo, que fue moderado por el vicepresidente del CFA, Hermann González.
El Consejo Fiscal Autónomo realizó hoy el seminario “Deuda pública en Chile: riesgos y desafíos”, en el salón multiuso de la Contraloría General de la República. La instancia tuvo por objetivo reflexionar sobre el aumento sostenido de la deuda pública en el país.
Primero, en representación del CFA, su presidente, Jorge Rodríguez, dio unas palabras de bienvenida al seminario. Posteriormente, expuso el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Finalmente, hubo un panel integrado por los economistas Andrea Repetto, directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica; y Vittorio Corbo, expresidente del Banco Central, el que fue moderado por el vicepresidente del CFA, Hermann González.
Para reflexionar sobre el estado de la deuda pública, Rodríguez repasó algunas cifras preocupantes para el CFA, señalando que en 2007 la deuda bruta llegó a un mínimo de 3,9% del PIB. En cambio, para 2023, de acuerdo a la Dirección de Presupuestos (Dipres), la deuda bruta habría cerrado en 38,2% del PIB. Y para 2024 la Dipres espera que aumente en cerca de 3 puntos del PIB, siendo 2 puntos explicados por el déficit fiscal y 1 punto para financiar “otros requerimientos de capital”. Así, el indicador de deuda pública cada vez se ha ido acercando más al 45% del PIB, fijado por el Ministerio de Hacienda como el nivel prudente para el mediano plazo.
En este contexto, el presidente del CFA, dijo que “la mayor tensión de las finanzas públicas se refleja en un incremento significativo de la deuda pública, en niveles más bajos de los fondos soberanos (FEES y FRP) y en el pago de mayores montos por concepto de intereses”. Por ello, hizo un llamado al Gobierno a estabilizar la deuda.
Asimismo, añadió que “otro reflejo del mayor estrés fiscal han sido los recortes de calificación crediticia que ha sufrido Chile en los últimos años. Es así como los indicadores de mercado muestran que el riesgo soberano de Chile se aproxima al de otros países de menor calificación crediticia”.
En ese sentido, Rodríguez sostuvo que “durante la última década, la combinación de altas expectativas ciudadanas en materia de progreso social junto con el bajo crecimiento económico potencial, ha creado presiones para implementar políticas de demanda que han deteriorado varios indicadores macroeconómicos. En este punto es importante alertar que no hay atajos al logro de progresos sociales sostenidos sin crecimiento económico alto y estable”, agregando que “la política fiscal enfrenta hoy el doble desafío de contribuir a revitalizar estructuralmente el crecimiento económico, y mantener un gasto público sostenible, en particular para las políticas sociales”.
Además, el presidente del CFA advirtió que en diversos escenarios las proyecciones muestran que la deuda pública sobrepasaría su nivel prudente de 45% del PIB, y señaló que para volver hacia una senda de sostenibilidad de las finanzas públicas es necesario revisar las reglas fiscales para que estas sean más robustas. También destacó que no sobrepasar un nivel de deuda prudente es compatible con la justicia intergeneracional, ya que no deja compromisos financieros excesivos a las generaciones jóvenes, lo que limitaría la capacidad del Estado para mantener los beneficios sociales y desarrollar nuevas políticas públicas.
Junto con valorar que desde 2022 las finanzas públicas del Gobierno se rijan por una regla dual de Balance Estructural y nivel prudente de deuda, Rodríguez señaló que esta regla tiene desafíos en sí mismos. “Un desafío es que el nivel prudente de deuda efectivamente se considere como un techo en el mediano plazo que se mantenga en el tiempo, y no que aumente con cada administración. Otro desafío es que existen otras fuentes de financiamiento que no forman parte del concepto de deuda bruta del gobierno central y que son elementos de riesgo que deberían monitorearse, entre ellos, pasivos contingentes, endeudamiento de las empresas públicas, acumulación de deuda a proveedores y colaboradores del Estado, activos del Tesoro Público y otros activos financieros del gobierno central, y eventuales deudas futuras de gobiernos subnacionales”, indicó.
Finalmente, Rodríguez remarcó que para garantizar la sostenibilidad fiscal se necesita construir un amplio consenso político sobre su relevancia para la ciudadanía, que debe traducirse en metas de Balance Estructural y de nivel prudente de deuda exigentes y que se cumplan en la práctica.
Por su parte, el ministro de Hacienda indicó que “la necesidad de mayor crecimiento y recaudación que permita reconocer las demandas de gasto de una sociedad más compleja y les provea financiamiento permanente, será esencial para mantener un nivel acotado de endeudamiento”.
Luego fue el turno del panel de expertos. Al iniciar la conversación, el vicepresidente del CFA, Hermann González, agradeció la exposición del ministro y la presencia de Repetto y Corbo, e inició el diálogo realizando preguntas a los panelistas.
Consultado sobre cuál es su impresión respecto a la situación fiscal y si la evaluación de la deuda es una señal de preocupación, Corbo sostuvo que “lo que me preocupa es que la deuda ha crecido mucho en los últimos años, de lo que tenemos que preocuparnos ahora es de tener criterios mucho más firmes y eso requiere una regla más estricta”.
Para Repetto “la regla ha sido útil junto con la política de metas de inflación y la flexibilidad cambiaria del Banco Central, que han permitido efectivamente estabilizar la economía, pero se nos volvió insuficiente en algún minuto, lo que se nota en la trayectoria de la deuda”. Asimismo, agregó que “necesitamos robustecer la regla. Si la regla está bien formulada, en promedio debiésemos ser capaz de cumplirla”.
Para cerrar la instancia, el público tuvo la oportunidad de realizar preguntas y comentarios.